Evangelio de San Juan (18,1-6)
"Salió Jesús con sus discípulos al huerto de los Olivos a orar. Judas, el traidor, conocía el lugar, porque muchas veces se había reunido Jesús allí con sus discípulos. Así pues, Judas tomó un destacamento de soldados y algunos empleados de los sumos sacerdotes y los fariseos, y se dirigió allí con linternas, antorchas y armas. Jesús, sabiendo todo lo que le iba a pasar, se adelantó y les dice: - ¿A quién buscáis? Le respondieron: - A Jesús, el Nazareno. Les dice: - Soy yo. También Judas estaba con ellos. Cuando les dijo soy yo, lo prendieron y lo llevaron a un falso juicio"
Evangelio de San Mateo (26, 36-39)
"Jesús fue con ellos a un huerto, llamado Getsemaní, y les dijo: "Sentaos aquí, mientras voy allá a orar". Y llevándose a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, empezó a entristecerse y a angustiarse. Entonces dijo: "Me muero de tristeza; quedaos aquí y velad conmigo". Y adelantándose un poco cayó rostro en tierra y oraba diciendo: "Padre mío, si es posible que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres".
LA DETENCIÓN EN EL HUERTO DE GETSEMANÍ.
Se produce de noche, cuando el derecho romano prohibía expresamente que se produzcan detenciones de noche. En realidad los romanos carecían de interés inicial en el asunto, y fueron los Fariseos quienes mezclaron a los romanos en el asunto. La razón es bien sencilla, querían la muerte de Jesús, y esa pena estaba reservada a los romanos. Los judíos tenían cierta autonomía jurídica, pero las penas capitales estaban reservadas a los romanos. Si la detención la hubieran realizado los judíos por su cuenta, se aseguraban que Roma no dijese nada, y por tanto, no podrían condenar a Jesús a muerte. De ahí que utilizasen a soldados romanos en la detención de Jesús, para asegurarse la intervención de Pilatos.
Mantienen a Jesús detenido durante la noche. El proceso ante el Sanedrín duro hasta las 3 de la mañana, pero no lo llevan a Pilatos hasta que amaneció, por miedo a que importunar al procurador romano provocase la inhbición de éste. Ello produciría la imposibilidad de condenar a muerte a Jesús, objetivo último de los judíos.
muy buen blog
ResponderEliminar