Las parábolas son relatos, historias escuetas, claras, sencillas, y su finalidad es transmitir una enseñanza del modo más comprensible y fácil de recordar.
En todas destaca la pequeñez de los comienzos; y el crecimiento progresivo de este Reino; su fuerza regeneradora para los llamados por Dios a la salvación, que alcanzarán si corresponden a esa vocación.
Jesús predica utilizando parábolas, es decir, ejemplos vivos, imágenes tomadas de la vida ordinaria, dándoles contenidos ricos y amplios. Después un año de recorrer los caminos de Palestina, predicando el Evangelio del Reino y confirmando su doctrina con innumerables milagros. Muchos creen, otros no. Jesús habla del Reino de Dios con tacto y utiliza parábolas en las que, sin ocultar que está diciendo cosas nuevas incita a los oyentes a interesarse y les advierte: "¡quién tenga oídos para oír, que oiga!". Entenderán los que tengan un corazón dispuesto a la conversión a Dios con el rechazo del pecado, también en sus formas más sutiles.
Clasificación:
- Las parábolas del Reino de Dios: Estas parábolas tienen como finalidad dar a conocer, como se introduce el Reino de Dios en medio de los hombres. Entre estas parábolas destacan: El grano de mostaza; un tesoro o una valiosísima perla.
- Las parábolas sobre las actitudes de Dios: Presentan la bondad, su desconcertante misericordia, su perdón. Entre estas parábolas destacan: el hijo pródigo; la del Señor que contrata jornaleros a diversas horas del día y les paga a todos por igual.
- Las parábolas que contraponen dos comportamientos humanos: Estos comportamientos son uno positivo y otro negativo, de modo que se invita a escoger el positivo. Por ejemplo: la historia de un deudor despiadado y la del administrador astuto.
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